16 años después del secuestro de Diomedes Dionisio Díaz y Rolando Ochoa
El pasado 16 de mayo se cumplió un año más del secuestro que sufrieron el cantante Diomedes Dionisio Díaz y su acordeonero, de aquella época, Rolando Ochoa.
Son 16 años de haber estado retenidos por el Ejército de Liberación Nacional, Eln, cuando llegaban a la población de Palocabildo, Tolima, para cumplir una presentación. Estuvieron privados de la libertad 18 días en los que el denominado conjunto, ‘Los Hijos de los Grandes’, quedó en manos de este grupo guerrillero.
El hecho se dio un domingo en la noche, cuando el bus en que viajaban fue interceptado por dos hombres armados que obligaron a su conductor a abrir la puerta y de inmediato preguntaron por los hijos de Diomedes Díaz y Calixto Ochoa, respectivamente.
“Buenas noches, ¿Dónde está Diomedes Dionisio?, preguntó uno de los hombres”. El joven respondió: “Aquí estoy”. “Bájese que mi comandante lo mandó a buscar”, le ordenaron. Lo mismo hicieron con Rolando Ochoa, quien estaba durmiendo en la parte trasera del vehículo. De inmediato descendieron del autobús con dos de los cuatro acordeones que pidieron los subversivos. En esa época, Diomedes Dionisio tenía 18 años.
A las madres de Palocabildo, para quienes estaba programado el espectáculo, les devolvieron los 6.000 pesos que habían pagado para ingresar al sitio donde estaba programado el evento.
En los días de la retención, Dionisio y Rolando eran artistas muy destacados en la compañía Codiscos. En aquel 1999 habían lanzado el disco ‘Siguiendo los pasos’ y alcanzaron un enorme reconocimiento con canciones como ‘Porque te amo’ y ‘Dame un besito’.
Pero gracias a Dios la pesadilla terminó. Diomedes Dionisio Díaz y Rolando Ochoa fueron liberados por la guerrilla del Eln en zona rural de Líbano, Tolima. Cuando todo pasó, los vecinos del barrio Manantial, donde vivía Diomedes Dionisio, a pesar de que mostraron preocupación, manifestaron que seguramente el secuestro obedecía a la intención de los guerrilleros por armar una parranda secuestrada.
Luego del secuestro, los jóvenes grabaron dos producciones más; ‘Mi vida real’ y ‘Creyendo en lo nuestro’, después de una gira por Estados Unidos decidieron tomar rumbos diferentes y quedaron marcados, además de bellos hechos musicales, por las garras del secuestro.
Cuando el Eln se llevó Diomedes Dionisio apenas cursaba grado 11 en el colegio Pestalozzi, ubicado en el barrio Primero de Mayo de Valledupar.
