Tras laborar como asistente del Cacique, se dedicó a organizar eventos musicales “Y en Barranquilla, mi compadre Johnny Palma, mi fiel compañero”. Así comienza la canción El profeta, interpretada por Diomedes Díaz junto al Rey de Reyes Álvaro López, grabada en el álbum Con mucho gusto caray (2011). En este tema El Cacique demuestra todo el cariño que sentía por su amigo y asistente personal Johnny Palma Vergara, quien falleció ayer a las 5:00 a.m. tras sufrir un paro cardíaco.
Tras laborar como asistente del Cacique, se dedicó a organizar eventos musicales
“Y en Barranquilla, mi compadre Johnny Palma, mi fiel compañero”. Así comienza la canción El profeta, interpretada por Diomedes Díaz junto al Rey de Reyes Álvaro López, grabada en el álbum Con mucho gusto caray (2011).
En este tema El Cacique demuestra todo el cariño que sentía por su amigo y asistente personal Johnny Palma Vergara, quien falleció ayer a las 5:00 a.m. tras sufrir un paro cardíaco.
Este barranquillero de 47 años que se desempeñaba como empresario musical, había llegado a Fundación (Magdalena) desde el miércoles para finiquitar un espectáculo musical que se cumpliría mañana en el Club Rotario de ese municipio, evento que sería amenizado con el picó El Skorpion, Tata Dj, Rey Arturo, Chase The Musical y el imitador de Daddy Yankee en Yo me llamo. Sin embargo, ayer a las 5:00 a.m. fue hallado sin vida en el Hotel Nahomi, en el que se había hospedado en compañía de una mujer, según informó la Sijín, encargada de hacer el levantamiento del cadáver.
Palma Vergara, criado en el barrio Las Nieves, laboró durante 18 años con Diomedes, manejando la seguridad y logística personal del cantautor guajiro. También hizo lo propio con la agrupación de Peter Manjarrés. Luego de su paso por estas dos organizaciones musicales decidió emprender su camino como empresario y creó la empresa JP producciones, dedicada a organizar espectáculos musicales y al alquiler de luces y sonido profesional. Además era reconocido porque junto a sus hermanos tenía la casa de evento Los Palma, ubicada en la calle 21 con carrera 22 esquina, en Las Nieves, donde los fines de semana se realizan eventos picoteros.
Antonio José De León, quien durante 15 años fue jefe de prensa de Diomedes, explicó a esta Casa Editorial que era tan fuerte el lazo de amistad del denominado ‘Papá de los pollitos’ y Palma que además de saludarlo en el tema El profeta, también Diomedes llamaba con cariño a John Alí (uno de los hijos del empresario barranquillero) con el nombre de Tiburcio Díaz. “Diomedes quería tener otro hijo varón y bautizarlo Tiburcio, antes de que eso sucediera con Consuelo, llamaba a John Alí cariñosamente Tiburcio, algo que sin dudas selló su amistad para siempre”.
De León también explicó que Palma se convirtió en el hombre de absoluta confianza del intérprete de Ay la vida. “Era el jefe de seguridad de Diomedes, incluso en tarima era el único que podía servirle el trago, era su mano derecha.
Cuando Diomedes por cuestiones de salud se retiró un tiempo, se lo recomendó a Peter Manjarrés, quien le abrió las puertas de su organización. Johnny era un hombre que vivía alegre y tenía una gran visión del negocio de la música, tanto que creó su empresa”.
Los picós su otra pasión
La vida de Johnny Palma no solo giró en torno a las agrupaciones vallenatas, también era un apasionado por la cultura picoteril. Fue el creador de La Picotera, evento en el que diferentes picós, cantantes de champeta y música africana eran los grandes protagonistas. “Aportó mucho al mundo picoteril, especialmente ahora que hay tantas restricciones con los permisos para los bailes. Decía que iba a luchar por hacer eventos organizados y lo estaba consiguiendo con las dos ediciones de La Picotera. Nos duele porque era un empresario que nos respaldaba”, dijo el director del programa Salsa Soca, Luis ‘el Chino’ Higuera.
Por su parte Olga Lucía Rincón, quien hace cinco años trabajaba con Palma, indicó que después de la muerte de su hermano Eliseo ‘Cheo’ Palma, propietario del picó El Kike, este se apasionó aún más por respaldar eventos de este tipo. “Tenía una gran fijación por no dejar morir los bailes, ni la cultura picoteril, quiso sostener esa línea y después de la muerte de su hermano Cheo, lideró esta causa con picós como El Solista, El Caribeño y El Caribean”.