Así fue la depresión de Diomedes Díaz por la muerte de Juancho Rois
Su pesar fue tal que Diomedes no fue capaz de asistir a los sepelios de su compadre Juancho Rois, en San Juan, ni al de 'El Maño' Torres y Eudes Granados en Valledupar.
'El Fuete'. En la edición del viernes 25 de noviembre, días después del accidente, se publicó una nota del periodista Miguel Barrios sobre la depresión en la que entró Diomedes Díaz.
El cantautor Diomedes Díaz entró en un estado depresivo por la trágica muerte de sus compañeros Juancho Rois, Maño Torres y Eudes Granados, informaron sus familiares en Valledupar.
Después de cruzar la raya en la frontera con Venezuela, Diomedes se refugió en el silencio de una de las habitaciones de su residencia en Valledupar, entrando en un estado depresivo con lágrimas de dolor.
A la llegada a su hogar, abrazó a sus hijos exclamando con pesar "me acabé, se me fue mi compadre, se me fueron mis muchachos, voy a tomar para aguantar este dolor", indicó uno de sus familiares cercanos.
"Estaba desesperado, caminaba de un lugar para otro mientras escuchaba por la radio la transmisión de los actos fúnebres de sus compañeros".
Diomedes, quien se caracterizó por ser una persona alegre y jovial, se notaba realmente consternado por la pérdida de sus músicos. "Desde su llegada de Venezuela pidió una botella de aguardiente y comía poco. Por ratos se quedaba pensativo y a veces rompía el silencio, manifestando frases de pesar. "He quedado sin amigos" repetía constantemente", señalaron quienes lo acompañaron en esos momentos.
"El sueño solo lo pudo conciliar por escasas horas, aunque eso se decía para que no fuera molestado, yo estaba seguro que estaba despierto pensando en lo sucedido", dijo un primo.
El estado depresivo al que llegó 'El Cacique', hizo asegurar a sus allegados que requería asistencia médica. "Es un trauma muy grande y requiere de ayuda para poder superarlo", indicaron.
A pesar de que las puertas de su casa permanecieron abiertas para recibir a las personas que iban a manifestarle sus condolencias, "él no atendió a nadie. Se sentía muy mal", afirmó un familiar.
Aunque tomó licor el primer día de su llegada, en los días posteriores le fueron suministrados calmantes y lo acompañaban amigos y parientes cercanos.
Según manifestó su primo Danilo Urrutia Maestre, Diomedes se despertaba en la madrugada dando gritos y recordando a Juancho.
También lo consolaban Jesualdo Galindo, administrador de su finca, y Manuel José Maestre, tío del cantautor.
Con respecto a la inasistencia de Diomedes a los sepelios, sostuvo que en ese estado no era capaz de soportarlo, se encontraba lamentando la pérdida de quienes hacían parte de su agrupación. "Eran sus amigos y considerados como hermanos", puntualizó.
Indicaron sus acompañantes que, entre sollozos, Diomedes recordaba que le dijo a Juancho que no fuera a esa parranda, que se quedara, pero no lo obedeció, siendo víctima del accidente.
Entre sus lamentos, el Cacique se preguntaba "qué va a ser de mí, estoy solo, he quedado sin amigos".
Durante esa depresión no habló de su futuro en el folclor, sin embargo él pidió ayuda, solicitó el respaldo de la gente para poder continuar, asegurando que no podía defraudar a su fanaticada.
Asimismo, el cantante trataba de disipar su pena con fuertes abrazos a sus hijos Diomedes de Jesús, Rafael Santos y Martín Elías, al igual que a su esposa Patricia, como si quisiera que toda esa realidad quedara borrada y sus amigos volvieran a vivir para cantar y tocar con él.
POR: MIGUEL BARRIOS
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