El Gran Martin Elías compartió con todos sus seguidores una divertida anécdota de su niñez en la que narró cómo imitaba a su papá a escondidas y la reacción que tuvo cuando su familia lo descubrió. Para nadie es un secreto la admiración que siempre ha sentido Martin hacia su padre, fuente de inspiración de todo su talento.
El Gran Martin Elías compartió con todos sus seguidores una divertida anécdota de su niñez en la que narró cómo imitaba a su papá a escondidas y la reacción que tuvo cuando su familia lo descubrió.
Para nadie es un secreto la admiración que siempre ha sentido Martin hacia su padre, fuente de inspiración de todo su talento.
Estas fueron las palabras que compartió el ‘Terremoto’ junto con una foto de cuando era niño: “Aquí les presento a “El Gran Martín Elías”, en ese entonces solo quería salir rápido de clases para llegar a mi casa y volarme la puerta del cuarto de mi hermano Rafael Santos para ver videos de mi papá en conciertos. Solo pensaba en eso, mis amigos pensaban en jugar otros juegos en el colegio y yo solo quería llegar a mi casa a ver videos de mi papá y a escuchar música. De un momento a otro se me dio por encerrarme en mi cuarto y adivinen cuál era mi juego favorito? Jajajaj jugar a DIOMEDES. ¿Cómo era el juego? Era el siguiente: Me encerraba en mi cuarto, me vestía con chaquetas de mi papá, con el aire apagado para sudar, le dañaba a mi mamá los palos de las escobas y agarraba las medias y se las ponía en la punta, y ese era el micrófono, jajaja, y yo solito cantando, duraba como 3 horas encerrado y recortaba las hojas de los cuadernos para hacer la plata supuestamente yo! Esa era la plata que me ganaba en los conciertos, mi mamá se asustaba, creía que yo me iba para la calle, tan solo tenía 7 años, y resulta que cuando ya la escuchaba llorando yo me asustaba y salía sudaoooo, jajajja, y le decía ‘mami no llores, que estaba cantando, trabajando, para traerte plata a ti’ y así no me regañaba y no me acusaba con mi papá. Eso era casi todos los días hasta que un día se dieron la vuelta por la ventana del cuarto y yo estaba cantando en mi concierto, jajaja, y me pillaron, me dio una pena que lloré como 5 horas seguidas y dijo mi papá ‘este muchacho va hacer cantante’, nunca voy a olvidar esas palabras, desde entonces mi mayor alegría es cantar. Yo no tenía que ver con tareas ni nada, a mí me gustó la música desde niño, por eso hoy canto con el corazón para ustedes defendiendo el legado de mi padre”.
Recordemos junto con esta historia el famoso verso del ‘gallito kirikikí’ que hizo Martin Elías cuando era niño.